- No me gusta quejarme, sabido es que soy de natural risueño.
- Pensé regalar equipos para jugar a tiendas, con sus mínimos mostradores llenos de frutas y chuletas de plástico.
- Sumerjo la inocencia de los pequeños en la cacofonía ajetreada de la vida adulta.
- ¿Regalaré teléfonos de juguete?¿Animalitos domésticos?
- Regalar disfraces de doctor o enfermera, olvidando a lo que suelen jugar los niños cuando dicen que jueguen a médicos.
SEÑALA MECANISMOS DE COHESIÓN EN ESTE TEXTO DE MAX AUB:
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.
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